viernes, 25 de enero de 2013

OTRA TELA DE USOS MÚLTIPLES: EL KANGA AFRICANO



¿Os acordáis del artículo que publicamos hace un par de semanas sobre el Furoshiki? Pues en este caso la cosa también va de tela. Por si no habíais tenido bastantes ideas sobre lo que se puede hacer con un tejido.

¿Habéis estado alguna vez en África? No me refiero a Marruecos ni a Túnez, ni a Libia, ni a Egipto, sino al África Subsahariana. Si la respuesta es "no" os recomiendo con fervor hacerles una visita, pero eso al continente en general, donde la naturaleza se muestra tan intensa que no te parece real, ver los mares cálidos de la costa del Índico, la sabana, o el desierto, no os imagináis como engancha todo eso, allí realmente te das cuenta de lo alejados que estamos los occidentales de la madre tierra muchas veces y lo que podemos aprender en cuanto al uso de la imaginación y de los recursos naturales. Otro día os escribo una entrada con todo lo eco que he aprendido en mis visitas a este maravilloso continente .En fin... que me enrollo como una persiana, se nota que me apasiona...

Volvemos al tema, una de las cosas que más llaman la atención cuando viajas al África bajo el Sáhara son las telas coloridas con las que las mujeres y algunos hombres visten de los pies a la cabeza. A simple vista parecen confeccionadas, pero son piezas textiles anudadas con arte y destreza como pañuelo, falda, camisa, rebozo, y todo lo que puede conseguirse con un tejido: se les conoce como la tela de los múltiples usos y su nombre es kanga o paño africano.

                                  



Son piezas de telas rectangulares tejida en algodón, también se le conoce como tejido wax. Sus medidas normalmente son de 1,20 por 1,75 metros, pero también se hacen dobles simétricos para usos que requieren más cantidad de tela. Tienen motivos africanos, a veces de gran calidad artística, que se enmarcan en unos bordes en los que se escriben frases , normalmente en swahili , idioma que por cierto tiene una estructura gramatical no muy diferente del nuestro. Suelen ser proverbios o refranes, que se llaman jina (literalmente "nombre"). Veamos algunos ejemplos:
-Majivuno hayafai. La codicia nunca es útil.
-Mkipendana mambo huwa saw. Todo está bien si nos amamos unos a otros.
-Japo sipati tamaa sikati. A pesar de que no tengo nada, no he renunciado a mi deseo de conseguir lo que quiero.
-Wazazi ni dhahabu kuwatunza ni thawabu. Los padres son de oro, cuidar de ellos es una bendición.
Mirad qué bonitos pueden llegar a ser: 

                            
Fuente: http://stefaniesadowsky.wordpress.com/author/stefaniesadowsky/

                               


Origen e historia del kanga africano

Kanga (o khanga) significa "para envolver" o "cerrar". Se cree que pueden tener su origen en telas que llevaban los comerciantes árabes de la costa. Es fácil encontrarlos en Kenia, Tanzania, Namibia, Zambia y Malawi. También en Madagascar, donde se les conoce como lambas y las frases están escritas en malgache. Kikoi y kitenge son otras maneras de denominar a telas que, con sutiles diferencias en cuanto al grosor del tejido, se utilizan para lo mismo.

La cuestión es que se ha convertido en una prenda tradicional e imprescindible que se regala a los niños o por Navidad y que se usa para todo: son un fantástico souvenir que muchos turistas buscan y encuentran en mercados locales de estos países a un precio muy asequible. Yo compré algunos en Mombasa (Kenia) hace 8 ocho años ya, los utilizo muchísimo, y están como nuevos.

Uso como portabebés

¿No os encantan estampas como ésta?:


Foto de: http://taniaadam.wordpress.com/2011/11/06/el-kanga-i-un-simbolo-de-la-mujer-africana/

Y esta soy yo utilizándolo cuando mi hija tenía 7 meses:


Este es uno de los usos del kanga que más llama la atención, el de llevar al bebé pegado a su madre. Laura es una española que trabaja en un proyecto de comercio justo en Senegal, llamado Kanguráfrica para la fabricación de paños africanos. Los vende en su tienda Kangura y también los distribuye por toda España. En su blog nos explica cómo usarlo para colocarse al bebé, "fundamentalmente a la espalda, como llevan las africanas a sus hijos desde que nacen". 
Nos explica que "el niño va en la espalda de su mamá con las piernas y brazos dentro de la tela si es un bebé pequeño, o por fuera si es más mayor. Tiene una postura que respeta su fisiología. Resulta muy rápido de atar, aunque debe ajustarse de vez en cuando. Para usar el paño/kanga como portabebé se ata delante con dos nudos, uno encima del pecho y otro debajo".
También nos da los siguientes consejos para quienes se aventuren a llevar a su bebé de esta manera (os lo recomiendo vivamente), que nos asegura que es muy práctica y cómoda, sobre todo para ratos cortos:
-La tela puede cubrir los brazos del bebé hasta el cuello o bien pasarle por debajo de las axilas y dejar los brazos libres.
-Para acortar la figura en el caso de los bebés más pequeños, una vez atada la tira superior, se puede doblar hacia dentro la parte inferior de la tela y luego anudar.
-La tela pasa por debajo del culete del niño y las tiras suben por la parte exterior de sus piernas.
¿Queréis ver cómo se coloca? Pues mirad este vídeo ( por cierto es el mismo paño que tengo yo en la foto más arriba):


Uso para vestir

No hay más que darse una vuelta por uno de esos países de los que os hablo para observar como sus gentes usan los kangas para vestir en su día a día.


Fuente: http://www.masterjules.net/kangas.jpg

Mirad aquí las muchas maneras que hay de ponérselo:





El kanga es funcional, sí, pero también, como todas las cosas que definen una cultura, tienen un valor sentimental, y muchos emigrantes africanos los llevaron en sus maletas a otros continentes y ahora también ocupan las pasarelas.Marcas como Addidas o Burberry los han incorporado a sus colecciones.

¿Que si el kanga tiene más usos? Como mantel, pareo, toalla, funda de sofá... ¿se os ocurren más?





domingo, 20 de enero de 2013

RECICLANDO PAPEL. ¿QUE HAGO CON LAS REVISTAS QUE TENGO EN CASA?


 Seguro que hemos visto en muchos sitios elementos reciclados que intentamos reproducir, y resulta que cuando queremos ponernos a ello tenemos que terminar comprando un montón de materiales.
Como nuestro objetivo es gastar lo menos posible y reutilizar al máximo lo que tenemos, hoy nos fijamos en algo de lo más sencillo y que tenemos todos por casa, el papel.

La entrada de hoy es perfecta para un fin de semana productivo en el que no te apetece quitarte el pijama, o hace tanto frío que da pereza salir, o bueno, igual no salimos porque estamos en una cuesta de Enero más que complicada y una no se atreve a gastar ni suela de zapatos. Ainsss, algunos hemos pasado por eso, ¿verdad?

A ver, seguro que en casa guardamos un montón de revistas que no miramos a menudo, que nos da pena tirar. Seguro que si su destino es algo mejor que estar pillando polvo la pena se supera, ¿no?.

En otras entradas, y si queréis y me lo pedís, podemos poner tutoriales de cómo hacer cada cosa;  pero para empezar, os vamos a dar algunas ideas sobre que hacer con esas revistas.
Una vez más quiero que os sirva de inspiración, pero, como sabéis, y si no, aprovecho para recordarlo, me encantará ayudaros con vuestros proyectos y sólo tenéis que escribirme (info@familiaecoverde.com)

º Si lo que te van son los grandes proyectos puedes forrar con papel y cola de carpintero la mesa o ese mueblecito que está estropeado.
Haremos un objeto nuevo si lo cubrimos por completo o simplemente añadiendo detalles recortados.
Os puede sorprender mucho el resultado. De hecho, podíamos decir que es la versión barata del decoupage ; )
Mi mesa de trabajo está "rejuvenecida" con esta técnica, periódico y recortes de flores y mariposas coloridas, y estoy encantada. (hoy impracticable para una foto, pero saldrá en alguna que otra).




Izda. Foto tomada del libro “50 proyectos originales” (círculo de lectores)


º Cubriendo cosas pequeñitas tendremos unos resultados geniales, como bolas de navidad o cuentas viejas de collar.




º  Si hacemos un regalo lo  podremos envolver directamente, meterlo en una bolsa hecha por nosotros e incluso escribir una nota en un sobre también casero.
Recuerdo una época en la que todas las cartas que enviaba (y eran muchas en mi adolescencia) las metía en estos sobres caseros. Cuando me las mandaban a mi me hacía una ilusión tremenda.








 º Con un poquito de paciencia y cortando tiras de formas diferentes podemos hacer rollitos y con ellos dar forma a cuencos, papeleras, hacer un cuadro para decorar o cuentas para abalorios. Una vez seco, se puede pintar con acrílico y queda genial. Regalar uno de estos collares puede ser una gran idea.
Plegando las tiras de otra manera se pueden hacer hasta bolsos.



                                        


 º Mi favorito, el papel maché.  Esta técnica me chifla desde pequeña. Con papel maché podemos hacer tantas formas como queramos, desde muñequitos, hasta marcos de fotos, móviles para niños o mayores,  marionetas y un largo etcetera. Si os apetece, haremos trabajos en papel maché paso a paso mas adelante.




Fotos tomadas del libro “Decorar con papel Maché” (Editorial El Drac)

º Y si sólo queréis un detalle siempre está la opción de practicar origami, aunque  si no somos especialmente pacientes también podemos hacer flores, cadenetas, banderitas, confeti…

     Foto de www.arturoramirez.eu

             


 º Si nos falta un asiento en casa y queremos algo original, bastará con una pila de revistas y poco más que un cojín. ¿A que mola?.

                                          
                                              Foto tomada del libro “50 proyectos originales” (círculo de lectores)

Espero que os haya servido, y sobre todo que lo disfrutéis.

Besos. Irene


*Nota: Algunas fotos pertenecen a diversas páginas que no son nuestras y no hemos podido contrastar el origen. Si alguien encuentra la suya y no quiere que la publiquemos que nos lo haga saber a info@familiaecoverde.com

viernes, 11 de enero de 2013

FUROSHIKI: EL ARTE DE ENVOLVER CON TELA



Acaban de pasar las Navidades y tal vez en algunos de los documentos que hemos compartido con vosotros  hayáis aprendido una nueva manera de envolver los regalos. Hoy os queremos enseñar otra que nos encanta (apuntad para las próximas fiestas o cumpleaños o para diario). Se trata del Furoshiki, una técnica tradicional japonesa que permite guardar, transportar y envolver todo tipo de objetos con un cuadrado de tela, reutilizándola luego para otros fines. También se usa el mismo término para referirse al textil utilizado. Su tamaño varía  de 45 a 225 centímetros normalmente, en función de los elementos a envolver, y están fabricados con gran variedad de tejidos. Es un objeto muy útil si tienes un poco de práctica, y además es original, ecológico y vistoso, incluso un regalo en sí mismo porque tiene usos casi infinitos.


Para contaros más cosas de él hemos hablado con algunos expertos ( que son expertas en este caso).
Romina Goransky lleva años impartiendo charlas, clases y seminarios sobre furoshiki en Chile. Nos cuenta que "la palabra Furoshiki significa furo, baño de vapor y shiki: tela. "Su origen se remonta al siglo catorce, aunque otros autores la fechan mucho antes, alrededor del año 750, cuando la gente, al acudir a los baños públicos, llevaba sus cosas envueltas en una tela, que desplegaba para cambiarse. Después volvían a plegarla, haciendo las veces de alfombra, se vestían nuevamente y guardaban ahí las prendas húmedas de vuelta a sus casas".


Pero poco a poco, con el invento de las bolsas de materiales desechables cayó en desuso, tanto que en marzo de 2006 el Ministerio de Medio Ambiente japonés lanzó una campaña para promocionar el uso del furoshiki tradicional.
Una de las iniciativas propuestas por la ministra Yuriko Koike se denoninó "mottainai furoshiki" ( mottainai está relacionada con el desperdicio). Koike incluso colaboró con el diseño de un furoshiki elaborado con material reciclado con material reciclado de botellas de plástico y organizó desfiles donde los modelos vestían con el tradicional envoltorio.
En otros países también se promociona, Por ejemplo en Argentina existe el Grupo de Investigadores del Furosiki y sus técnicas (GIFT). Realizan cursos abiertos al público y en diferentes instituciones, han formando a más de 500 personas.
Nos insiste Romina en que "es mucho mejor usar para envolver una tela, reutilizable y multifunción, que las bolsas del supermercado o los papeles para envolver regalos, que acaban en la basura tarde o temprano. El furoshiki no se tira, y por tanto permite reducir el uso de materias primas para crear envases y disminuir el uso de envoltorios excesivos, contribuyendo así al ahorro de recursos y energía. El propio furoshiki simboliza un ciclo: la gente ata los extremos de la tela, haciendo un nudo diferente dependiendo de lo que se vaya a envolver, pero una vez el nudo se desata y la tela se extiende, la forma original -un simple cuadrado de tela- regresa".

Algunas ideas en la que este cuadrado nos puede resultar útil son las siguientes:
-Para transportar los elementos de un picnic y luego hacer las veces de lona o mantel.
-Se puede llevar en el bolso y cuando compremos algo hacer un bolso para llevarlo hasta casa.

Como utilizar el Furoshiki

Romina nos asegura que "cualquier persona, de cualquier edad puede aprender en una clase de dos horas muchísimas opciones: bolsos, carteras, mochilas, etc".
Por la red circulan un montón de webs donde se explica con dibujos y vídeos como usar esta versátil tela. Os mostramos algunas:
-El vídeo que enlazamos hace poco en nuestra página de Facebook



-Julia Palma nos explica en su blog Entre Algodones "Yo siempre llevo un sencillo furoshiki de tamaño mediano (50 x 50 cm) envolviendo la lectura que me traigo entre manos, utilizando el envoltorio para llevar (Sao Tsutsumi) o el nudo básico (Otsukai Tsutsumi)".




Dice Julia que también usa a menudo un furosiki mayor para llevar objetos voluminosos al parque, como balones o juguetes y lo anuda como Suika Tsutsumi  si es un objeto esférico o el sencillo Tesake Bulkuro para llevar juguetes varios o portabebés.




Nos aconseja elegir una tela fina pero resistente para soportar el peso de lo que queramos llevar o envolver. Cuanto menor sea el tamaño del furoshiki y más elaborada la técnica que escojamos más fina tendrá que ser la tela para permitir hacer los nudos fácilmente. La seda por ejemplo, es preciosa para estos casos, sobre todo para cosas de poco peso.

Hay muchos otros usos muy prácticos, como podemos ver en www.furoshiki.com , una guía divulgativa editada por el Gobierno japonés.

Se pueden hacer preciosidades:






Hasta pueden convertirse en una prenda de vestir con un poco de maña:




Hay sitios especializados en estas prendas como furochic, donde los puedes encontrar preciosos desde 8 dólares (más gastos de envío según donde vivas).
En cuanto a los tamaños, es muy práctico para objetos como los libros el 50 x 50 cm, pero vaya, que desde 20 cm hasta 240 suelen oscilar las medidas. No es necesario que sean cuadrados perfectos.
Y ¿cómo conseguirlos por poco dinero? Pues si buscáis por casa seguro que tenéis algún pañuelo que sirva, para las mamis que usan portabebés los kangas africanos son muy prácticos y resistentes. Y si no, en cualquier tienda de textiles seguro que por muy poco puedes hacerte con un trozo de tela que te guste. Incluso si no sabes coser hay unos polvitos adhesivos o unas cintas que venden en las mercerías ( la de la foto tiene 10 metros y me ha costado 2,80) y que se usan con la plancha y voilà, listo en 5 minutos nuestro furoshiki personalizado: bueno, bonito, eco y barato.


Para uso diario u ocasiones especiales vale la pena hacerse con este milenario invento.

*Nota: algunas fotos pertenecen a diversas páginas que no son nuestras, si alguien encuentra la suya y no quiere que la publiquemos por favor que nos lo haga saber info@familiaecoverde.com