La nuez de lavado es el fruto del árbol “Sapindus mukorossi”, también llamado “árbol del jabón”.
Crece en el norte de la India y en Nepal. “Sapindus” o también llamada “Saponaria” es un género de unas doce especies diferentes de arbustos y árboles perteneciente a la familia Sapindaceae. Todas ellas contienen saponina, un agente limpiador ecológico y biodegradable apto para todos los públicos y para todos los tejidos, incluso los más delicados.
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Estos nogales, que pueden llegar a alcanzar 15 metros de altura, tienen flores blancas durante marzo y abril, y los frutos se recolectan entre septiembre y octubre. Las nueces maduras son amarillentas y pegajosas. Como jabón sólo se comercializan las cáscaras secas, menos pegajosas, de color pardo y con un leve olor a vinagre que desaparece tras su uso.
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Las nueces de lavado como detergente
El movimiento que ocasiona la lavadora al funcionar es particularmente apropiado para liberar la saponina de las nueces. Una prueba que suelen hacer en las tiendas donde las venden es meter unas cuantas en un tarro de cristal con tapa, ponerle un poco de agua, cerrarlo y agitarlo, para comprobar cómo sale una espuma que dejará nuestra ropa reluciente.
Para usarlas en la lavadora basta meter entre 4 y 8 mitades, dependiendo de la dureza del agua,en una bolsita de algodón cerrada (que suele venir incluida en los paquetes que se venden) o un calcetín viejo (preferiblemente de algodón) junto con la ropa sucia. No es necesario utilizar suavizante, las prendas saldrán sin olor o perfumado con nuestro aceite esencial favorito si lo añadimos en gotas en la misma bolsita.
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Para que el lavado sea efectivo, es necesario una temperatura a partir de 30 grados centígrados, válida para casi cualquier tipo de prenda. Es importante también que la lavadora tenga un cuarto de su capacidad libre y que las nueces no estén apretadas en la bolsita.
Las cáscaras pueden reulitizarse hasta tres veces o más si lavamos a baja temperatura.Cuando ya no sirvan para lavar, cosa que se nota porque han perdido su olor y brillo característico, pueden reciclarse para hacer jabón líquido.
Las nueces no contienen fosfatos, componentes habituales en los detergentes comerciales, y que son tan nocivos para la naturaleza. Por eso son muy apropiadas para pieles delicadas o alérgicas.Como no dejan residuo, pueden hacerse lavados más cortos, con el consiguiente ahorro de energía. Son ideales para lavar los pañales de tela. Cuidan los colores, pero en la ropa blanca puede aparecer un velo blanquecino que se evita usando una cucharada de percarbonato o sal blanqueadora al lavar.
También pueden usarse en el lavavajillas. 6 o 7 mitades sueltas en el compartimento de los cubiertos y un chorro de vinagre son suficientes.
Decocción de saponaria
Con las cáscaras de nueces podemos hacer también un jabón líquido válido para la ropa y como limpiador general de suelos, muebles, azulejos, cristales, etc.
Hay varias maneras de hacer esta decocción:
Cón cáscaras nuevas. Ponemos a hervir medio litro de agua e incorporamos 7 y 8 medias cáscaras. Cocemos 10 o 15 minutos, a fuego bajo y sin tapar, dejamos enfriar, colamos y envasamos.
Con cáscaras usadas. Cuando tengamos unas 40 mitades, de las que usamos para lavar y que hemos guardado bien secas para que no se estropeen, las trituramos y las ponemos a hervir el mismo tiempo que en el caso anterior.
Aquí un vídeo que explica como hacer una de estas decocciones:
Para lavar a mano nos aconseja Elena, de Monitos y Risas "puedes triturar de 6 a 8 medias cáscaras con agua tibia. Producirán agua jabonosa poco espumosa, un producto nada agresivo y sorprendentemente efectivo. Tras colar esta agua, lavas y frotas la ropa en ella como de costumbre. Con un único aclarado será suficiente".La mezcla durará unas 3 semanas en frigorífico o unos meses si le añadimos algún conservante, como el extracto de semilla de pomelo y un antioxidante como la vitamina E, por ejemplo.También se pueden añadir aceites esenciales para perfumarlo y según las propiedades que nos interese potenciar en este jabón líquido.
Nueces como champú y antiparasitario
La decocción puede usarse también como champú: no hace mucha espuma pero deja el pelo limpio, brillante y suave.
Mary, la autora de un exitoso canal en youtube sobre cosmética natural y jabones, utiliza las nueces para hacer un champú en seco. Simplemente las tritura a igual cantidad con raíz de yuca y las frota sobre el cabello. Asegura que ha comprobado su eficacia como anticaída. Incluso ha escrito un libro sobre este jabonoso fruto.
Otra de las cualidades de estas cáscaras es su poder antiparasitario, que se explica porque la misma planta crea la saponina para defenderse de los insectos, tiene por tanto propiedades antibacterianas y antifúngicas. Así, es un eficaz repelente antimosquitos, antipiojos, y por tanto también se utiliza para lavar a las mascotas o para pulverizar a las plantas.
Otros usos de las nueces de lavado
En Internet hay cientos de recetas con estas útiles cáscaras: para hacer un jabón de afeitar añadiendo glicerina y aceite de ricino; para limpiar joyas, para lavar las manos.
Las nueces de lavado se venden normalmente en sacos de un kilo y su precio oscila entre los 14 y los 20 euros. Es fácil encontrarlas en tiendas webs y en algunas herboristerías. Se estima que pueden durar un año si se usan para lavar la ropa, por ejemplo, lo cual es un ahorro económico importante.
En este vídeo se resumen muy bien algunos de sus usos:
Otras partes del árbol del jabón se utilizan en la industria farmacéutica como expectorante, emético, contraceptivo, anti-epiléptico y como alivio de la migraña. También se encuentra en la lista de hierbas y minerales ayurvédicos (la medicina tradicional hindú basada en el uso medicinal de las plantas) como tratamiento de eczemas y psoriasis.
Económicas, ecológicas, antiparasitarias y multiuso, estas curiosas cáscaras son una alternativa a muchos productos químicos que se usan en los hogares.