En mi caso ya había despertado mi conciencia, había
investigado y rebuscado sobre aquellas cosas que podían contribuir a conservar
nuestro maltrecho planeta. Aún hoy sigo convencida de que el ser humano es lo
peor que le ha pasado; pero ya que estamos aquí, no estaría mal que
recordáramos que para disfrutar de algunas cosas hay que cuidarlas. ¿Que tal si
cuidar de nuestra mejor herencia se convierte en la mejor excusa para aprender
y crear? ¡Crear, crear! ¿No os gusta sentiros orgullosos de aquello que hacéis?
¡Aprender! ¡Cómo ayuda al alma!
Pensando un poco en lo cotidiano, jo, que apuro cuando estás
sin un euro y llega el cumpleaños de tu amiga.... Piensas...”No voy a ir, me da
vergüenza decir, una vez más, que no
tengo ni para el pan”. Total, que encima que estás fatal, te quedas en casa sin
poder dar el achuchón a tu amiga... ¡con lo bien que te vendría ese abrazo y
unas risas para no pensar en "lo mal que está la cosa”!
Pues nada, propongo que agarres lo que tengas a mano, ¿un
alambre? ¿un bote de plástico? ¿unos tapones? ¿unos globos?...... lo que
sea..... y le eches un ratito para hacer algo de lo que tú te sientas orgullos@
, y te aseguro que esa sensación de cariño y gratitud que sientes cuando
regalas algo y a esa persona se le iluminan los ojos porque sabe que pasaste un
tiempo trabajando en aquello que le regalas, pensando en él o ella... es algo precioso,
al menos para mi.....
Nunca he conseguido esa respuesta en un regalo de los de
"comprado y punto" ... Que puede ser maravilloso, pero no tiene nada
que ver.
Y de cutre Nada, si es lo que estás pensando.... Hay
infinitas ideas y recursos por doquier para sorprender y conseguir ese efecto
del que os hablo.
El “taller” de ideas y de “autoreciclaje”:
Resultó que con este proyecto de blog en marcha surgió la
oportunidad de asistir a un taller de reciclaje creativo y claro, ¡no me lo
podía perder!
La verdad es que iba
pensando en que tipo de proyectos haríamos, y que, seguramente me inspirarían
para nuevos trabajos.
Me habían hablado genial de la monitora y además me dieron
una pista que terminó de convencerme "aunque sólo sea por conocerla, ya
merece la pena". Creo que esa frase constituyó de algún modo una garantía,
aunque no lo pensara en el momento.
Así que a pesar de la falta de tiempo y las dificultades
logísticas de hacer una actividad larga por la tarde con una peque en casa, me
decidí a asistir.
Además era una buena oportunidad, organizada por una Asociación
cultural (http://lallavecultura.blogspot.com.es/)
y con un aula cedida por el Ayuntamiento en un centro cívico, lo que abarata
mucho los costes, claro.
Después de unos meses está resultando ser en una experiencia
única, terapéutica como pocas y una permanente fuente de inspiración.
Por supuesto que la calidad humana de mis compañeras (y
algún compañero también hay, genial también) ha sido imprescindible para crear
ese ambiente.
Los jueves se han convertido en un día especial. Trabajamos
juntas, nos reímos, admiramos mutuamente nuestros trabajos, nos ayudamos,
compartimos, nos damos ideas unas a otras y un largo etcétera. ¡Ha nacido algo
mágico!
La red es una fuente
casi infinita para aportarnos ideas, pero las personas son mejores musas. Por
lo que no está de más que compartamos nuestros trabajos, o los hagamos en
común.
No hace falta que
organicemos un “taller oficial”, podemos llamar a unas amigas y reunirnos en
casa, juntar los materiales que nos hagan falta entre todas, incluso si hemos
de hacer alguna compra será más barato hacerlo en común. Una mesa de salón o de
camilla pueden ser perfectas para trabajar alguna tarde mientras los niños
juegan juntos, o ese día del fin de semana para el que no hemos previsto nada especial.
Es un plan súper barato y de lo más gratificante, os lo
aseguro.
Si juntamos unas cuantas, la idea de una puede ser la chispa
para el trabajo de otra y el siguiente día será al contrario. Además, ¿sabéis
que? Bueno, esta comprobado (vamos, lo he comprobado yo a lo largo de los
años... Que la Arqueología de campo tiene mucho trabajo manual que te permite
pensar en otras cosas también) que cuando trabajamos con las manos tendemos a
pensar más cosas positivas que negativas, sobre todo si nos gusta lo que
hacemos, claro.
Para colmo de las ventajas, mientras trabajamos, las
probabilidades de que hablemos de penurias o de la "crisis" de marras,
son mucho menores.
Algunos proyectos que hemos hecho nosotras: pompones y alfombras con camisetas viejas,
una lámpara con un bote de suavizante, una guirnalda con un cartón de huevo,
cuencos y salvamanteles con papeles y revistas, candelabros con alambre y
trabajaremos con corcho, chapas, cajones de madera y un largo etcétera.
Os pongo algunas fotillos y os iré contando mas adelante.
¿Aún no os he convencido?, bueno, pensadlo de veras, y me contáis ¡eh!
Un beso grande. Irene
PD. A mis chicas de los Jueves, ¡GRACIAS de corazón! ¡Sois
Geniales!
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