Hace bastante poco en una famosa cadena de supermercados hubo una polémica por una retirada de productos. Yo reconozco que los he comprado alguna vez, pero desde que sé leer las etiquetas e identificar los ingredientes que contienen no se me ha vuelto a ocurrir, ni los de esa cadena ni la mayoría de los que hay en el mercado: es basura adornada para parecer tesoro, así de claro. Para entendernos, es como si pretendiésemos curar un acné a base de poner maquillaje : por fuera parece estar bien porque no lo vemos, está tapado, pero ¿y por dentro?, el acné empeora y es muy poco probable que se cure de esta forma.
En este post pretendo que empecéis a saber leer etiquetas para entender lo que estamos comprando y de paso, saber qué alternativas hay respetuosas con nosotros y con el planeta, algo que os vendrá de perlas tanto a la hora de comprar como si tenéis pensado fabricar vuestra propia cosmética.
Así que empezamos.
INCI: etiqueta de mayor a menor
Lo primero que hay que saber es que, normalmente en el reverso de cada producto hay lo que se denomina INCI (International Nomenclature of Cosmetic Ingredients). Esta nomenclatura internacional compromete a todos los fabricantes a incluir los ingredientes que utilizan , se nombran en latín y son enumerados de mayor a menor cantidad en el contenido final (os estoy viendo ahora mismo comprobándolo en cualquier bote, ¿a que sí? ). También es corriente que esté traducida esta relación a varios idiomas, lo que facilita bastante saber de que está compuesto el cosmético en cuestión.
En Europa la base legal es la Directiva 767768-/CEE de 1976 la que rige las directices sobre embalaje, composición, etiquetado y sustancias prohibidas y restringidas. Esta legislación cambia ahora en 2013 para afortunadamemte ser más estricta.
Y la duda que surge ahora es que si estos elementos químicos son perjudiciales, cómo permiten las autoridades que estén en el mercado. Pues muy sencillo: aquí está en plena vigencia el viejo refrán hecha la ley, hecha la trampa. La normativa especifica cantidades máximas de determinados productos, y entonces muchos fabricantes lo que hacen es ajustarse a ellas. Claro, nadie puede probar, al menos a corto plazo, que usar un champú con parabenos (más adelante explicaremos qué son) nos produzca cáncer. La cuestión es que cada día nos podemos poner varios productos con esos mismos componentes, con lo cual, hemos sobrepasado esa cantidad mínima, pero no podemos hacer responsables a los fabricantes de eso, es muy sutil, pero muy perverso a la vez.
Y ¿por qué se usan si pueden ser perjudiciales? Esta es la respuesta más sencilla de todas: porque es infinitamente más barato que apostar por su alternativa natural, así de simple, una vez más, el vil metal.
Y ¿por qué las autoridades lo permiten? Aquí ya tenemos que suponer que las autoridades velan por nuestros intereses, y es la misma razón por la que permiten productos alimenticios con conservantes y grasas hidrogenadas. ¿Mi opinión? Que si no se prohíben, al menos deberían llevar una etiqueta como la de los paquetes de tabaco, porque ninguna autoridad nos informa de sus perjuicios. Pero mientras no la haya, mejor tener una guía para saber qué estamos usando, y siguiendo con el símil, decidimos si no nos acercamos al tabaco o nos fumamos tres paquetes diarios, o un cigarrito de vez en cuando.
Es interesante que sepáis que estas sustancias penetran en nuestra piel y en 15 minutos llegan a nuestro torrente sanguíneo.
10 Sustancias nocivas y sus sustitutos eco
1- PARABENES. Seguro que os suenan, porque las farmacias están inundadas de productos “sin parebens, parebenes o parabenos”. Son conservantes derivados del petróleo , afectan a nuestro sistema endocrino. Eso significa por ejemplo, que están relacionados con cánceres como el de mamas y testículos y con la reducción de esperma. Su alternativa bio: cosgard, semilla de pomelo, rokonsal, leucidal.
2-ACEITES MINERALES. Que no os engañe su bonito nombre. De nuevo derivados del petróleo. Los usan porque en su entorno no proliferan bacterias y porque proporcionan una textura sedosa, pero como en el caso anterior, vuelve a ser un lobo-cáncer con piel de cordero. El aceite mineral obstruye los poros. Se presentan como mineral oil, parafinum, petrolatum. También son derivados del petróleo :silicone quarteniu, methysolanol, microcritalina, osokerit , ceresin y la vaselina, no la uséis, es puro petróleo. Si tenemos que usar aceites, que sean procedentes de plantas y frutos, para hidratar usaremos la glicerina, proveniente del jabón, y las ceras pueden dar texturas parecidas a las de estas dañinas sustancias.
3-TENSIOACTIVOS. Sirven para producir espuma. Son irritantes. Los más frecuentes: laurylsulfato de sodio, glicol propileno o plopilen glicol, dea cocamida. Sus alternativas más respetuosas con la piel son: en primer lugar el jabón casero hecho con sosa o el de glicerina. También hay tensioactivos aprobados por cosmética natural como el sodium lauryl sulfoacetate (SLSA), el sodium coco sufate, etc.
4-PEGS. Son emulgentes para unir agua y grasa. No están permitidos más de 5 en cada producto. Contienen la terminación ETH: stearet, cetearet. Como emulgente tenemos todas las ceras y en ocasiones las gomas como la xantana.
5-FRAGANCIAS Y COLORANTES ARTIFICIALES. También influyen en el sistema hormonal. Ojo con el benzyl alcohol, el acetyl hexametyl, el bromocinnamal o los antitranspirantes compuestos de aluminio, como el aluminium chlorydrate, sospechoso de causar alzheimer. En cuanto a los colorantes, cuidado con loe términos con las sílabas “anilid”, como el acetanilid. También con iniciales raras como HC orange o acid red 73. Como alternativas saludables de fragancias, los aceites esenciales, y de colorantes, nos pueden servir cosas como la cúrcuma, el cacao, la remolacha.
6- PROTECTORES SOLARES. Normalmente usan filtros UV químicos que puedes ser dañinos. Lo ideal sería comprar aquellos que sólo usan filtros físicos, como el Titanium dioxide u óxido de zinc. Esto hacen de espejo frente a los UV. Sin embargo, tienen el incoveniente de que crean una película blanca sobre la piel que no gusta a muchos consumidores. Podemos ayudarnos con algo de agua para untarlos mejor o bien elegir una que tenga una combinación de ambos filtros y por lo menos nos garantizamos que una de las partes es bastante sana: mejor comerse una manzana y un bocata de nocilla que dos bocatas de nocilla, ¿no?
7-PHENOL Y PHENYL. Son fuertes desinfectantes que a largo plazo destruyen paredes celulares. Se conocen como nitrophenol, phenolphthalein, chlorophenol, phenylenediamine. Como alternativa es válido cualquiera de los sustitutos que comentamos en el punto 1.
8-FORMALDEHÍDOS. Están prohibidos por causar cosas tan graves como malformaciones en los fetos, pero los fabricantes han buscado un truco: usan sustancias que no son directamente formaldehidos pero que los liberan. Llevan la palabra urea asociada a términos como diazolinyl, imidazolinyl. No confundir con la urea a secas. También están en otros conservantes químicos con las letras DM.
9-PHTAL Y PHTHALATE. Se usan como suavizantes o disolventes. Muy cancerígenos. Ejemplo: dibutyphthalate. Sustituiremos en función de la receta. A veces sólo es necesario una goma para disolver y mezclar o algo tan sencillo como el aloe vera.
10-SUSTANCIAS HALOGENORGÁNICAS. Contaminan mucho el medio ambiente y también causan alergias y cáncer. Son combinaciones de cloro, bromo, yodo, como a aluminium chlorohydrate o el iodopropynyl. No confundir com chlorid, ionid y bromid, que suelen ser componentes inocuos de sales. Simplemente no son necesarios. Si usamos cosmética de calidad no necesitamos ciertos añadidos.
Cuidado con las parafinas y los compuestos como citral, limoneno, citronelol, etc que no provengan de aceites esenciales naturales, esto siempre se indica por un asterisco y su consiguiente "“procedente de aceites esenciales".
Como regla general te recomendaría que por tu bien y el de tu familia analices los productos cosméticos que usáis. Yo empecé por ahí y desde hace tiempo fabrico mi propia cosmética, es más sana y más barata. También puedes optar por marcas bio, a menudo son más caras, pero son garantías de calidad y también de salud.
Si nos sigues, poco a poco aprenderás a simplificar y a hacer “símiles” de tus productos favoritos, sólo hay que saber interpretar las etiquetas, y tener un poco de experiencia y de práctica.
*Nota. Las fotos pertenecen a Aroma Zone y otros blogs y web de distribuidores de productos eco. Si alguien encuentra una foto suya y no quiere que esté, que nos lo haga saber a info@familiaecoverde.com
6 comentarios:
Gracias x tan excelente información..¿puedo compartirla? Gracias
Por supuesto, es más te agradeceríamos que lo hicieras y lo difundieras lo más posible. Gracias
Muchas gracias por esta entrada! Me viene genial!
Podria poner algunas marcas de productos que no contengan todo esto que dice,? Marcas que sean naturales que tenga conocimientos? Que sea nocomedogenico sin tapar los poros, preferiblemente para piel grasa, o piel nolmal. Te lo agradecería.
Podria poner algunas marcas de productos que no contengan todo esto que dice,? Marcas que sean naturales que tenga conocimientos? Que sea nocomedogenico sin tapar los poros, preferiblemente para piel grasa, o piel nolmal. Te lo agradecería.
Buenisimooo. Que cosmetica cumple con estos parametros?? Nombres??
Publicar un comentario