El ser humano es el único mamífero que consume habitualmente leche de otros animales después del destete e incluso en lugar de la leche de su madre, que es la que está preparada biológicamente para satisfacer sus necesidades. Durante esa época nuestro sistema digestivo está preparado para lactar.
Tras los primeros años, esa capacidad para digerir la leche puede desaparecer y provocar, en muchos casos, intolerancias, flatulencias y otras patologías que indican a nuestro organismo que algo falla en nuestra dieta. Las bebidas vegetales, llamadas vulgarmente "leches" aunque no lo sean, pueden entonces sustituir a la leche que estamos habituados a consumir en nuestra cocina con muchas ventajas y pocos inconvenientes.
¿Es necesario consumir leche?
El destete natural, según organizaciones internacionales como la OMS o antropólogas como Katherine A. Dettwyler, se produce de media entre los 3 y los 5 años, aunque si no se interrumpe esa lactancia materna, es normal que el ser humano mame hasta los 7 años o más. Mi hija ha sido respetada en ese destete y ha concluido tras casi cuatro años.
Después de esas fechas, según investigaciones realizadas en EEUU por la Escuela de Medicina de Johns Hopkins, entre otros, nuestro intestino pierde la capacidad de producir convenientemente una enzima, la lactasa (encargada de hacer digestiva la lactosa), y entonces es cuando aparecen intolerancias que se manifiestan mediante trastornos digestivos. Según estudios realizados por empresas lecheras, el 40% de los españoles es intolerante a la lactosa, que es un azúcar presente en la leche animal que se compone a su vez, de glucosa y galactosa.
Valerie Copeland, Consultora de Nutrición de TVS de Triangle Vegetarian Society, señala "una fuerte correlación entre el uso de productos lácteos y la incidencia de diabetes. Además, la galactosa está relacionada en varios estudios con el cáncer de ovario y las cataratas. También las grasas saturadas que contienen la leche son buenas amigas de colesterol y las enfermedades cardovasculares".
La cultura occidental actual tiene un fuerte arraigo a los lácteos y la errónea creencia de que sin lácteos la dieta está incompleta. Cuando decide dejar de consumirlos por intolerancia o por salud, los echa de menos y aquí las bebidas vegetales pueden ser bienvenidas.
La bebida de soja: la alternativa de moda
La soja es una legumbre especialmente rica en proteínas y contiene los 8 aminoácidos esenciales. Tiene bajo contenido en grasas y es rica en lecitina, una sustancia que nutre a los nervios y ayuda a disminuir en colesterol en sangre. Con ella además, pueden elaborarse derivados como el tofu, el tempeh o el miso, entre otros, muy nutritivos y que dan mucho juego en la cocina si se saben usar.
Hoy es fácil encontrar bebida de soja en supermercados, herbolarios y tiendas de dietética. A algunas personas les resulta difícil de digerir, sobre todo a quienes les sientan mal otras legumbres. En ocasiones se soluciona hirviendo la bebida durante unos minutos.
Otro problema es que en un elevadísimo porcentaje la soja que encontramos es transgénica, con lo que es muy importante consumirla ecológica para asegurarnos su calidad.
Se puede hacer leche vegetal de casi cualquier cereal, fruto seco o semilla. Enumeramos las más frecuentes y sus propiedades.
Bebida de arroz
Sana por naturaleza porque tiene las propiedades del cereal. Aporta magnesio y ácidos grasos poliinsaturados que mantienen limpia la circulación sanguínea de depósitos grasos, es hipotensora, antidiarreica y depurativa ayudando a reducir los niveles de ácido úrico en sangre. Es muy refrescante y dulce.
Bebida de avena
Destacan sus ácidos grasos esenciales y su alto contenido en B1 (tiamina), hierro, manganeso y oligoelementos. Es de delicado sabor y textura cremosa por lo que se suele utilizar también para espesar cremas, salsas e incluso hacer mahonesa, sustituyendo al huevo. Es una bebida vegetal particularmente indicada para personas estresadas, que padezcan de insomnio y alteraciones digestivas de origen nervioso, ayuda a serenarse gracias al aporte de vitaminas del complejo B y combate eficazmente la retención de líquidos.
Bebida de almendra
Por su buena relación calcio/fósforo, la leche de almendras es un alimento ideal para diversos grupos de población: crecimiento y adolescencia, donde ambos nutrientes juegan un papel esencial en la formación y remodelación del hueso y por otro lado; en mujeres gestantes o que den de mamar, porque cubre en parte los requerimientos minerales; y en personas de edad avanzada, donde una dieta rica en calcio constituye una medida importante de prevención contra el desarrollo de la osteoporosis.
También es muy rica en potasio, con lo cual está indicada en vómitos y otros trastornos digestivos. El Dr. Gene Spiller del Health & Research Studies Center,en Los Altos, California, demostró que el consumo de la leche de almendras reduce el colesterol sanguíneo el doble que el aceite de oliva.
Bebida de quinoa
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la proteína de la quinoa tan completa nutricionalmente como la de leche. Esta riqueza proteínica de la quinoa se debe a su alto contenido en germen, un 30% del peso total del grano (en la mayoría de los cereales este germen no sobrepasa el 1% de su peso). La quinoa es recomendada en la dieta celíaca ya que no contiene gluten, por este motivo puede ser uno de los primeros cereales a incluir en la dieta de los niños pequeños.
Horchata de chufas
Muy típica de Valencia y refrescante, la horchata también tiene propiedades nutricionales interesantes. Disminuye el colesterol LDL (el "malo") y aumenta el HDL (el colesterol "bueno") gracias a su aporte de ácido oleico (similar al aceite de oliva). Su contenido en vitamina E también colabora contra el colesterol ya que tiene un efecto antioxidante sobre las grasas. Ideal pues en problemas cardiovasculares. Está realmente exquisita, es un placer consumirla fresquita en verano.
Cómo hacer bebida vegetal en casa
También son muy populares las bebidas de sésamo, alpiste, cebada, semillas de calabaza, coco, avellanas, nueces o castañas, entre otras.
Actualmente, es fácil encontrarlas, pero los consumidores habituales de bebidas vegetales al final optan por elaborarlas en su domicilio, lo que además de suponer un gran ahorro, permite variar los ingredientes al gusto. Así salen muuuuy baratas, apenas por unos céntimos.
Hay un libro especialmente interesante si os gusta este tema, es éste:
Para elaborar bebida vegetal en casa basta con una máquina especial para ello, como Soyabella, Sojamilk o Sojamatic, que vienen con programas para cada tipo de bebida y cuestan unos 150 euros.
Pero también pueden elaborarse con un robot casero como thermomix. Veamos algunos ejemplos:
Para bebida de soja ponemos 90 gramos de soja remojada para litro y medio de agua. Trituramos y añadimos más ingredientes: una pizca de sal, otra de aceite y vainilla son los más habituales para una receta básica. También suele añadirse algún edulcorante como azúcar o más sanos como miel de arroz o sirope de agave. Programamos 40 minutos, temperatura 90 grados y velocidad 5. Después colamos y servimos. Aguanta unos días en el frigorífico.
Para bebida de arroz, cebada, avena y similares programamos 10 minutos, temperatura 90, velocidad 5 o 6.
Aquí os dejamos algunos vídeos de cómo hacerlas en casa:
Propiedades de las leches vegetales
Mirad esta gráfica:
Las leches vegetales contienen menos grasas y son más sanas. Por ejemplo, la cantidad de grasas de las leches de soja, avena y almendras es similar a la de la semidesnatada de vaca. La leche de arroz equivale a la de la leche de vaca desnatada. Pero la gran ventaja es su calidad. Mientras que más de la mitad de las grasas de la leche de vaca son saturadas, las vegetales contienen una parte mínima de estos lípidos nocivos.
La mayoría de sus grasas son poliinsaturadas y benefician la salud cardiovascular. Además, podemos variar de sabor con más frecuencia que al consumir leche animal. Muy buenas razones para animarse a probarlas.
Mis favoritas son la de almendras, avena, mijo y arroz, ¿y las vuestras?
No hay comentarios:
Publicar un comentario